Con estos consejos puedes alcanzar el bienestar en la universidad conviviendo con los demás en armonía.
Entramos en un nuevo curso universitario en Vitoria y tenemos cargadas las pilas. Estamos dispuestas a conseguir el mejor resultado. Es ahora cuando tenemos que replantearnos una actitud adecuada que nos facilite una experiencia universitaria positiva.
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Cómo alcanzar el bienestar en la universidad.
Comunícate con los demás.
Mantente en contacto con tus seres queridos y sincérate en los buenos y malos momentos. Atiende a los consejos que te parezcan prácticos. Procura utilizar un diario, aunque solo lo utilices para verbalizar situaciones relevantes.
Cuida tu cerebro con descanso.
Procura respetar un horario de sueño que cubra entre 7 y 8 horas de buen descanso. Si además practicas una siesta de media hora, mejor.
Come bien.
Es tan importante como el sueño reparador. La vida de estudiante requiere de una alimentación adecuada. Queremos dar lo mejor de nosotras y el “combustible” para nuestro cuerpo tiene que estar a la altura.
Deporte y salud van de la mano.
Es verdad que engordamos o perdemos peso y parece que no es algo prioritario. Pero la verdad es que es una alarma de lo indisciplinados que somos. En el día hay tiempo, más que suficiente, para organizar 30 o 60 minutos de ejercicio. Debe ser variado y diario. Nunca arbitrario y en exceso.
Escúchate.
Tu cuerpo también te habla. Si un día estas de bajón te sobrepondrás si no le ignoras.
Te valoras y te valoran.
Porque eres reflejo de lo que sientes. Sabes que eres una persona de gran valor y te gusta que te reconozcan tus méritos. Por esa misma razón tienes que reconocer los méritos de los demás y apoyarles. Si alguien te menosprecia, simplemente aléjate de esa persona.
Regálate recompensas.
Siempre que alcances una meta difícil o pesada tienes que darte un capricho. Un poco de tiempo para ti. Escápate con amistades, disfruta de una afición o ten un detalle contigo con un dulce, un masaje, manicura, etc.
Huye de las relaciones toxicas.
Hay personas que nos hacen sentir mal. Creemos que es una amistad o compañero y sin embargo nos sentimos atacados y en guardia. Si después de trasmitir tus sensaciones a esta persona tu relación no mejora, es hora de replantearte la amistad.
Respeta y exige ser respetada.
No admitas que te pongan como un trapo. No consientas que te insulten. Procura ser educada sobre todo con los que menos educación tienen. La distancia la marcas tú.
Utiliza con frecuencia la palabra mágica “gracias”.
Gracias, es una palabra que utilizamos poco y dice mucho a nuestro favor, de cómo valoramos lo que los demás hacen por nosotros.
